Ciudadela de Saladino
Construida en el siglo XII, la Ciudadela de Saladino es un lugar con un pasado cargado de acontecimientos históricos trascendentales para el devenir actual de Egipto. Sus muros y su magnífica ubicación la convierten en uno de los paseos más maravillosos y amenos de El Cairo.En la cima de la colina Muzzattam se asienta la Ciudadela de Saladino, que debe su nombre al constructor de sus muros orientales, Salah eddin Al-Ayoubi. Su llegada al país, en 1171, supuso la abolición del poder fatimí, y la reinstauración del Islam como la religión oficial de Egipto.
Para proteger la ciudad, Saladino ordenó la construcción de una ciudadela en las montañas de Al Moqattan que sirviera como fortaleza de la residencia real. La edificación comenzó en 1176. Para ello, se demolieron las mezquitas y tumbas fatimíes de los lugares que ocuparían las grandes murallas. Algunos bloques de piedra de las Pirámides de Giza fueron utilizados para su construcción.
Cada 100 metros se edificaron torres con comunicación con las murallas. Servían al doble propósito de permitir la entrada de luz a través de sus aberturas y como sector para apostar una guardia que defendía la ciudad con flechas. Las dos torres principales, ambas en la esquina noreste, son conocidas como Borg Al Ramía –Torre de Arena– y Borg Al Hattad –Torre del Herrero–. La parte sur de la fortificación y el sector que desciende la ladera por el oeste datan del siglo XIX.
El interior de la ciudadela alberga hermosas mezquitas. Entre ellas, destaca la Mezquita del Sultán Hassan, que se encuentra en la ladera occidental, cerca de la entrada principal de la fortificación. En la parte sur están los palacios y los establos. También sobresale la Mezquita de Alabastro, más conocida como la Mezquita de Mohamed Alí.