Brujas nos transporta, nos sublima con cada rincón; con cada olor, con cada color, con cada sabor. Olor a piedra mojada; color pálido de historias remotas; sabor a tradición medieval. Y todo te llega a los ojos en un impacto visual como pocas veces puede tenerse, porque ya la entrada a la ciudad, la más conocida de todas, es un paisaje idilico, como su mismo nombre: el Lago del Amor, el Minniwater, un remanso de paz y tranquilidad que oculta a la ciudad tras sus muros de piedra.
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El lado norte de la plaza mayor (Grote Markt) lo ocupan cafés y restaurantes ubicados en casas con frontones triangulares muy llamativos, todas de los siglos XVI y XVII.
Monumentos de Brujas
Estos son los principales monumentos de Brujas que no te puedes perder.
El dominio de Beloeil pertenece, desde el siglo XIV, a los príncipes de Ligne. El castillo está completamente amueblado y alberga una rica colección de objetos artísticos desde el siglo XV al XIX, entre los que destaca su célebre biblioteca con 20.000 volúmenes. El parque, de estilo francés, alterna con armonía, agua y vegetación, sombra y luz, y ocupa 25 ha que usted podrá recorrer en un tren turístico.
Es la iglesia más antigua de Brujas, corresponde a los siglos XI a XV, y ha sido recientemente restaurada.
Destaca su robusta torre, de 100 metros de altura, con torrecillas angulares que no son suficientes para hacer airosa la mole. El templo tiene una interesante sillería, tumbas medievales y un museo con abundante colección pictórica. Cuenta con cuadros flamencos de autores como Dirk Bouts y Hugo van der Goes.
En esta plaza de Brujas hay varios elementos de interés: la basílica de la Santa Sangre, el Ayuntamiento, una antigua escribanía renacentista y un palacio del siglo XVI.
La basílica de la Sagrada Sangre está integrada por dos capillas superpuestas. La inferior es de 1150, románica, en tanto que la superior es neogótica.
En esta iglesia se venera una reliquia de la Sangre de Cristo, traída de Tierra santa por el Conde de Flandes, en la segunda cruzada. En torno a esta reliquia se celebra anualmente una solemne fiesta religiosa
Tiene un pequeño museo con el notable relicario y algunos otros elementos de culto.
El Ayuntamiento es de final del siglo XIV, en estilo gótico florido. Su airosa verticalidad se realza mediante tres torrecillas. Es notable su sala gótica, con magnífica bóveda.
En la plaza destacan también la escribanía, renacentista, del XVI, con un museo provincial, y el antiguo palacio Brugse Vrije, del siglo XVI también, actualmente centro administrativo municipal.
Esta torre campanario de 83 mts. de altura, posee un carrillon en lo alto de 47 campanas, para subir a lo alto nos esperan 366 escalones que luego tendremos que bajarlos. Antiguamente esta torre se utilizaba para avisar a la poblacion de acontecimientos como, incendios, asedios, etc.
Museos en Brujas
Estos son algunos de los museos de Brujas, que vale la pena visitar.
En este lugar, un autentico placer para los sentidos, retornaremos a nuestra infancia, recordando aquellos agradables olores y sabores, el chocolate belga es uno de los mas afamados del mundo.
La oferta museística de Brujas es notable, y atestigua la época de pujanza de la ciudad, íntimamente vinculada a la pintura de los primitivos flamencos.
El Museo Groeninge está instalado en un edificio de 1930, en el número 12 del Dijver. Está dedicado a la pintura flamenca, primitiva y moderna, y en él se conserva un gran número de espléndidas telas. La visita sobre todo de las primeras salas es indispensable para conocer las corrientes fundamentales de la primera pintura flamenca y sus respectivos maestros.
Parques y jardines de Brujas
Parques y jardines de Brujas que se destacan por su gran belleza.
La bella y encantadora Brujas, la perla más diáfana y brillante de la corona belga. Quién no ha soñado con una ciudad donde enamorarse o ser enamorado, un bellísimo rincón en el que prometer un beso o dejar que la luz de un atardecer beba el secreto de unos amores furtivos. Brujas es el destino de los que queráis sorprender, de los que no sepáis como embellecer aún más el corazón de vuestro viaje. La belleza incomparable de Brujas no tiene nombre, sólo un sonido de campanas y un color, el de sus casas reflejadas en el espejo de los canales.
Mirad si Brujas es una ciudad propia para los enamorados que, a la entrada, hay un precioso parque y un lago hermosísimo. Es el conocido por los belgas como el Minnewater, el Lago del Amor. Es un lago canalizado. Desde el puente, construido en 1740, ya podéis disfrutar de una agradable panorámica de la ciudad. El mejor lugar para comenzar vuestra romántica estancia en la ciudad. Y es que, precisamente, la palabra Minne significa en neerlandés amor.
En la Plaza Markt (Plaza Mayor) podemos disrutar de su campanario gótico (Belfort) que cuenta con 83 metros de altura y más de 300 escalones y en la Plaza Burg nos encontramos con el Ayuntamiento, la Basílica de la Santa Sangre, una antigua escribanía renacentista y un palacio del siglo XVI. La Basílica de la Santa Sangre cuenta con dos capillas superpuestas, una de ellas es románica mientras que la otra es neogótica. En ella se veneran una reliquia de la Sangre de Cristo traída desde Tierra Santa por el Conde de Flandes.
Es un paseo de por el centro de la ciudad en embarca y ves todas las maravillas de la ciudad medioval y los castillos que ves desde el reflejo del agua son impresionantes. Observas la ciudad desde otro plano y navegas por sus magicas calles que estan invadidas de misterio.